Preguntas frecuentes

1. ¿Cómo se puede reducir el riesgo de padecer melanoma?

Mantenerse seguro y protegido del sol es la mejor manera de reducir las posibilidades de contraer cáncer de piel (tanto melanoma como no melanoma).¹ También se puede disminuir el riesgo de padecer melanoma y otros tipos de cáncer de piel si se siguen estas recomendaciones:²

• Permanecer alejado del sol durante las horas más calurosas del día.¹
• Mantener brazos y piernas cubiertos, usar un sombrero amplio y gafas de sol que brinden protección contra los rayos ultravioleta.¹
• Usar protector solar con un factor de protección de al menos 30 y protección UVA de mínimo cuatro estrellas, y aplicarlo regularmente.¹
• Evitar las camas solares y lámparas de bronceado.²
• Revisar frecuentemente la piel en busca de nuevas protuberancias o cambios en lunares, pecas y marcas de nacimiento existentes.²

2. ¿Existen otros tipos de cáncer de piel además del melanoma?

Sí, existen muchos tipos de cáncer de piel. Los que no son melanoma se conocen simplemente como cánceres de piel de tipo no melanoma, ya que se desarrollan a partir de otras células de la piel y no de los melanocitos. Estos incluyen los cánceres de células basales y de células escamosas (más comunes), así como los menos usuales tumores de los anexos de la piel, carcinoma de células de Merkel, el sarcoma de Kaposi y linfoma cutáneo, entre otros, que en conjunto representan menos de 1% de todos los casos de cáncer de piel.³

3. ¿Qué tan comunes son el melanoma y los cánceres de piel?

El cáncer de piel es el más común entre todos los tipos de cáncer. El melanoma, por su parte, tan solo representa 1% de los casos de cáncer de piel, aunque causa la gran mayoría de las muertes.³ Es uno de los cánceres más comunes en mujeres jóvenes y personas menores a 30 años.⁴

En personas hispanas o latinas, el riesgo de padecer melanoma es de 0.6%, es decir, uno en 167.³ En México, el melanoma representa alrededor de 3% de los tumores cancerígenos, 80% de estos casos en etapas avanzadas.⁵ Pero, aunque la incidencia del melanoma ha aumentado rápidamente en las últimas décadas, la tasa de mortalidad por este padecimiento ha disminuido gracias a los avances en el tratamiento.³

4. ¿Qué factores pueden aumentar el riesgo de padecer melanoma?

La luz ultravioleta es la causa más común de melanoma, esta puede provenir del sol o de camas de bronceado.¹ La exposición a los rayos ultravioleta puede dañar el ADN de las células, modificar su genética y afectar la forma como las células crecen y se dividen.⁴

Aunque cualquier persona puede presentar melanoma,⁴ es más probable desarrollarlo si se tiene:¹

• piel pálida;¹
• cabello rubio o pelirrojo;¹
• una gran cantidad de pecas o lunares;¹
• antecedentes familiares de cáncer en la piel;¹
• un sistema inmunitario debilitado;⁴
• antecedentes de uso de camas de bronceado o de exposición prolongada al sol incluyendo la exposición que haya causado quemaduras con ampollas.⁴

5. ¿Cómo se diagnostica el melanoma?

Cuando se presenta un lunar o alguna otra mancha en la piel que resulte sospechosa, el médico puede removerla y verificar si contiene células cancerosas; este procedimiento se conoce como biopsia. Si existen células de melanoma en la piel, el siguiente paso es determinar si se ha propagado a otras partes del cuerpo; esto se conoce como estadificación.⁴

Durante la estadificación, el médico puede realizar pruebas adicionales como ecografía, estudios bioquímicos de sangre,⁶ tomografía computarizada o por emisión de positrones, resonancia magnética, análisis de sangre o una biopsia de ganglio linfático centinela.⁴

6 ¿En qué partes del cuerpo puede aparecer el melanoma?

El melanoma puede formarse en cualquier parte del cuerpo, incluso en los ojos y los órganos internos. Los hombres son más propensos a desarrollarlo en el tronco, a menudo en la parte superior de la espalda; mientras que las mujeres tienen más probabilidades de presentarlo en las piernas.⁴ El cuello y el rostro son otros sitios comunes.³

7. ¿El melanoma se puede tratar?

Sí, los melanomas en etapa temprana normalmente se pueden tratar con cirugía,³ otras formas de tratamiento son la quimioterapia y la radioterapia,⁶ aunque los melanomas avanzados son más difíciles de tratar. No obstante, en los últimos años, se han desarrollado nuevas formas de inmunoterapia y tratamientos con medicamentos de terapia dirigida, los cuales han mostrado ser eficaces.³

El pronóstico y las opciones de tratamiento dependen de los siguientes factores:⁶

• grosor del tumor y zona del cuerpo donde se encuentra;
• rapidez con que las células cancerosas se multiplican;
• sangrado o ulceración del tumor;
• cantidad de cáncer en los ganglios linfáticos;
• número de lugares del cuerpo hasta donde se diseminó el cáncer;
• presencia de mutaciones (cambios) en el gen BRAF;
• edad y estado general de salud del paciente.

Cabe señalar que el pronóstico de la enfermedad no depende de la magnitud de la cirugía sino de cuán temprano se detecte.⁵ Por ello, es importante estar al pendiente de cambios en la piel y realizar exámenes cutáneos constantes, ya que los melanomas tienen una tasa de curación de 99% si se detectan en las primeras etapas.⁴

8. ¿Los cambios en la alimentación pueden ayudar en la prevención del melanoma?

Sí, una dieta basada en plantas es mejor que una basada en productos animales como parte de un plan integral de salud para prevenir cualquier tipo de cáncer, debido a sus propiedades nutricionales, a que son ricas en fibras y bajas en colesterol.⁴

También se ha demostrado un vínculo entre el consumo de antioxidantes derivados de alimentos frescos (mas no suplementos) y la no presencia de melanoma. Hoy en día, cada vez más dermatólogos recomiendan una dieta rica en antioxidantes y productos que los contengan.⁴