26 de Junio, 2023
La salud mental es la base para el funcionamiento efectivo de una persona y su comunidad.1 Esta engloba el bienestar emocional, psicológico y social, además de afectar la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. La salud mental también ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, las decisiones que tomamos y la forma como nos relacionamos con los demás.2
Los adolescentes son especialmente susceptibles a padecer problemas mentales. En su caso, los problemas psicológicos están fuertemente asociados con un peor desempeño académico, una pobre toma de decisiones y un incremento en los comportamientos de alto riesgo. 3
La higiene del sueño y los problemas para dormir pueden estar también involucrados en la iniciación y desarrollo de los distintos padecimientos mentales presentes en la población adolescente.3 Asimismo, en los jóvenes es común que las consecuencias de una mala alimentación afecten directamente a su autoestima y su salud mental, pues deben lidiar con los estereotipos corporales generados por grupos de amigos o por la propia sociedad.4
En el resto de la población, el poco cuidado en la alimentación incide también en la aparición de problemas de salud general como el sobrepeso o la obesidad, enfermedades que, a su vez, aumentan la probabilidad de padecer problemas psicológicos como la depresión o la ansiedad, y propician la aparición de otros factores perjudiciales como el aislamiento social.4
Buenos hábitos para una correcta salud mental
Existen muchas cosas cotidianas que se pueden hacer para mejorar la salud mental, principalmente:2
- Mantener una actitud positiva. Esto incluye encontrar el equilibrio entre las emociones positivas y negativas, intentar mantener las emociones positivas y tomarse descansos de la información negativa.2
- Practicar la gratitud (ser agradecido).2
- Cuidar la salud física. Esto incluye estar físicamente activo, dormir lo suficiente —como mínimo ocho horas diarias— y alimentarse de forma saludable.1,2 Se ha determinado que el sueño puede ser un factor determinante en la salud mental.3 Asimismo, se sabe que la imagen corporal y el cuidado de la alimentación están estrechamente relacionados con el bienestar emocional. Por lo tanto, una dieta equilibrada no solo mejora la salud física, sino que también incrementa la salud mental.4
- Conectarse con los demás. Conservar buenas relaciones interpersonales y realizar actividades sociales, recreativas, culturales y deportivas.1,2
- Desarrollar un significado y un propósito en la vida.2
- Desarrollar habilidades para enfrentar problemas.2
- Llevar a cabo la meditación.2
- Practicar las técnicas de relajación. Estas son acciones que buscan producir una respuesta de relajación natural del cuerpo y ayudan a hacer más lenta la respiración, disminuir la presión arterial y reducir la tensión muscular y el estrés.2
- Fomentar el hábito de la lectura. Leer enriquece la capacidad de atención e incrementa la memoria, aumenta la motivación y reduce el estrés.1
También es importante reconocer cuándo se necesita ayuda. La terapia y la medicación oportuna pueden tratar las enfermedades mentales.2
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GCMA: PP-UNP-MEX-0836