23 de Junio, 2023
La visión es el más dominante de nuestros sentidos y tiene un papel esencial en cada aspecto y etapa de la vida. La visión sustenta el desarrollo de habilidades sociales para forjar amistades, fortalecer la autoestima y mantener el bienestar. También es importante para la participación en actividades deportivas y sociales que son esenciales para la salud y el desarrollo físico y mental. Por ende, en una sociedad global basada en la capacidad de ver, los problemas de visión tienen consecuencias de gran alcance para las personas y sus familias.1
La deficiencia o discapacidad visual ocurre cuando una enfermedad ocular afecta el sistema visual y una o más de sus funciones, y tiene graves consecuencias para el individuo a lo largo de su vida. Sin embargo, muchas de estas consecuencias pueden mitigarse mediante el acceso oportuno a una atención y rehabilitación oftalmológica de calidad.1
En todo el mundo, por lo menos 2, 200 millones de personas padecen deficiencia visual o ceguera, y de ellas, al menos 1000 millones tienen una deficiencia visual que podría haberse evitado o que aún no se ha tratado.2 Las principales causas de la discapacidad visual y la ceguera son los errores de refracción no corregidos y las cataratas, las cuales suelen ser más frecuentes en personas mayores a los 50 años; sin embargo, la pérdida de visión puede afectar a gente de todas las edades.2
Algunas afecciones oculares pueden ser ocasionadas por el envejecimiento, la genética, determinados estilos de vida y comportamientos, así como infecciones y diversos problemas de salud; otras son de origen multifactorial, es decir, son desencadenadas por varias causas diferentes. La nutrición también puede desempeñar un papel importante en las afecciones oculares. Por ejemplo, la carencia de vitamina A, resultante de la malnutrición crónica en los niños, puede causar opacidad corneal.1
A pesar de que un gran número de enfermedades oculares pueden prevenirse (por ejemplo, las derivadas de infecciones, traumatismos, enfermedades o el mal uso de tratamientos tópicos), esto no es posible en todos los casos, pues cada afección ocular requiere una respuesta diferente y adecuada.2
No obstante, hay muchas cosas que se pueden hacer para mantener los ojos sanos y conservar una buena visión:3
- Llevar una dieta saludable y equilibrada. Esta debe incluir bastantes frutas y verduras, especialmente verduras amarillas y de hojas verdes. También se recomienda comer pescado rico en ácidos grasos omega-3 como el salmón y el atún.
- Mantener un peso saludable. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar diabetes, la cual aumenta el riesgo de contraer retinopatía diabética o glaucoma.
- Ejercicio regular. El ejercicio puede ayudar a prevenir o controlar la diabetes, la presión arterial alta y el colesterol alto. Estas enfermedades pueden conducir a algunos problemas de la visión.
- Usar lentes de sol. La exposición al sol puede dañar los ojos y aumentar el riesgo de cataratas y degeneración macular relacionada con la edad.
- Usar gafas protectoras. Para evitar lesiones oculares al practicar ciertos deportes o al realizar labores manuales, es necesario proteger los ojos con gafas especiales.
- Evitar fumar. Fumar aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades de los ojos relacionadas con la edad, como la degeneración macular y cataratas, así como provocar daño al nervio óptico
- Descansar los ojos. Para reducir la fatiga ocular se recomienda seguir la regla 20-20-20: cada 20 minutos desviar la vista por unos 20 pies (seis metros) de distancia durante 20 segundos.
En los niños, por su parte, una serie de cambios preventivos en su estilo de vida, incluyendo el aumento del tiempo que pasan al aire libre combinado con una disminución de las actividades en que utilizan la visión de cerca, pueden retrasar la progresión de la miopía, lo que reduce el riesgo de miopía alta y sus futuras complicaciones.1
Asimismo, prevenir problemas de salud como la carencia de vitamina A, el sarampión y la rubéola mediante la administración de suplementos de vitamina A y la vacunación son estrategias eficaces para reducir el riesgo de la opacidad corneal.1
Finalmente, todas las personas necesitan un chequeo de su visión para ver si hay problemas visuales. Los niños generalmente tienen un examen de la vista durante un chequeo en la escuela o con su médico de cabecera, pero muchos adultos necesitan más que un examen de la visión, requieren un examen completo del ojo dilatado.3
Consulte a su médico.
GCMA: PP-UNP-MEX-0839