23 de Junio, 2023
Los niños nacen listos para aprender y tienen muchas habilidades que aprender a lo largo de muchos años. Ellos dependen de los padres, miembros de la familia y otros cuidadores, como sus primeros maestros, para desarrollar las habilidades correctas para llegar a ser independientes y llevar vidas saludables y exitosas.1
La manera en que el cerebro crece está influenciada fuertemente por las experiencias del niño con otras personas y el mundo.1 El desarrollo temprano de los niños requiere cuidados cariñosos en todos los entornos como salud, nutrición, seguridad, protección y aprendizaje temprano, los cuales son apoyados por un entorno que permite estas interacciones.2
El desarrollo infantil es un proceso de maduración interactivo que da como resultado el desarrollo de habilidades de la percepción, motrices, cognitivas, del lenguaje, socioemocionales y de autorregulación.2
Los padres y otros cuidadores pueden apoyar el saludable crecimiento del cerebro al hablar, jugar y cuidar a sus niños. Los niños aprenden mejor cuando sus padres se turnan para hablar y jugar, y cuando fomentan las habilidades e intereses del niño. Criar al niño entendiendo sus necesidades y respondiendo a ellas con tacto ayuda a proteger el cerebro de los niños del estrés. Hablar con los niños y exponerlos a libros, historias y canciones ayuda a reforzarles el lenguaje y la comunicación, lo cual los pone en la senda del aprendizaje y del éxito en la escuela.1
Se han demostrado en todo el mundo asociaciones positivas entre el cuidado cariñoso y la salud de los niños y su crecimiento y desarrollo; así como se ha respaldado por evidencia neurocientífica que el cuidado cariñoso durante la primera infancia atenúa los efectos perjudiciales del bajo nivel socioeconómico en el desarrollo cerebral.2
La exposición al estrés y al trauma pueden tener consecuencias negativas a largo plazo para el cerebro del niño, mientras que hablar, leer y jugar con él pueden estimular el crecimiento de su cerebro. Garantizar que los padres, cuidadores y proveedores de cuidado en la primera infancia tengan los recursos y las habilidades para proveer un cuidado seguro, estable, provechoso y estimulante es una importante meta de la salud pública.1
El crecimiento saludable del cerebro durante la infancia continúa dependiendo del cuidado y la nutrición correctos.1 La evidencia científica del desarrollo de la primera infancia ilustra la parte crucial que tienen los juegos en el desarrollo de la primera infancia, los cuales permiten a los niños volverse adultos saludables y productivos con adecuadas habilidades intelectuales, creatividad y bienestar. 2
Las recomendaciones y estrategias para mejorar el neurodesarrollo temprano infantil están centrados en definir programas de desarrollo de la primera infancia y lograr una equidad individual y poblacional.2
Consulte a su médico.
GCMA: PP-UNP-MEX-0804
